miércoles, 23 de mayo de 2012

EVALUACIÓN DOCENTE

La función docente se delimita como altamente compleja, es preciso reflexionar en la propia acción que se desarrolla y reflexionar igualmente sobre dicha acción, es a través de la evaluación de la función docente que se tiene todas las oportunidades y posibilidades para el desarrollo, no solo profesional sino también personal, esto vamos a delimitarlo en tres momentos que bajo mi perspectiva sintetizan dicho desarrollo.
         Primer momento la transición del conocimiento teórico al práctico depende de las experiencias particulares. El profesorado desarrolla su función enmarcado en unas normas y estrategias establecidas que le confieren seguridad en el desarrollo de la misma y que en ocasiones desarrolla automáticamente.
 El docente adquiere una serie de conocimientos especializados de las asignaturas y de la tarea pedagógica teóricamente, lo que no es lo mismo que el desarrollo práctico de estos conocimientos, en el momento que pone en práctica todas estas cosas ocurre su propio desarrollo profesional y desde luego personal, ya que en numerosas ocasiones el aspecto personal marca el desarrollo de la función docente. Es más el profesor en el desarrollo de su función docente aparece como un aplicador de estrategias y teorías, como antes anunciaba como dice:


"El libro de texto es una herramienta ya pensada para que el profesor o profesora no tenga que pensar. Es una herramienta -un medio de producción cultural- separado de quienes van a utilizarlo, elaborado en un contexto externo a la práctica de sus usuarios, los profesores" (MARTÍNEZ BONAFÉ, 1991).